viernes, 15 de abril de 2011

Capitulo 8- Y termina una etapa y comenzó otra, pero yo se que podría

2009 un año de grandes sobresaltos y también de algunas buenas nuevas. Comencé los rayos de terror, soy gordita, nunca me sentí tan discriminada en mi vida, fue un maltrato total, me decían tan gorda no se si se pueden hacer los rayos, podrías bajar de peso así no te tenemos que ayudar a subir a la camilla,  pero a las 15 sesiones de 45 que deberían haberme hecho, me las suspendieron por una insuficiencia cardiaca que el cardiólogo atribuía a la radiación en la zona, y eso dio lugar a que terminaran gracias a Dios, tuve quemaduras grandes y me costó algún tiempo reponer mi piel con mucho cuidado, cremas y gasas.
Pero lo más terrible fue la discriminación no podía pesar más que ellos, era un problema y que harán con personas realmente con problemas de obesidad mayores a los míos  de 118 kilos, los dejarían sin rayos a la buena de Dios.
Y con este proceso en un año había perdido mi cabello, fue algo pavoroso verme pelada, yo sola sabía lo que sentía en mi interior y la frase consuelo de todo el mundo “y bueno pero estas viva”, y nadie comprendía que quería no solo estar viva, si no también estar sana, no haber pasado por esa prueba terrible.
A los pocos meses (dos) comencé con un dolor intenso en mis rodillas y de a poco casi deje de caminar, mis pasos se hacían cortos y sin mucho sostén, casi como una anciana o un pequeño que recién empieza a caminar, así fue que tuve que comenzar a usar un bastón, que me ayudo a caminar lento pero más seguro, aun así tuve caídas en las que no podía levantarme y tenía que recurrir a ayuda ajena, tenía dolores intensos en mis rodillas los médicos llegaron a la conclusión después de varios estudios que era una artrosis reumatoidea, y esto llevo a meses de diferentes remedios y nada hacia efecto, mientras me seguían investigando y de golpe se sumo algo mas, mis manos los dedos, más precisamente se congelaban perdían movilidad y sensibilidad es como si la sangre no llegara a ellos de golpe, y mucho frío, un color violáceo, y esto ocurría cada vez con más frecuencia, y fue así que descubrieron que lo que tenia era una cola genopatía más precisamente el Síndrome de Raynaud (trastorno que afecta a los capilares de las extremidades, afectando la circulación normal de la sangre).
Este descubrimiento se debe a un cambio de medico por una médica que es un ángel de la guarda en mi vida, ella me tomo de la mano en esta lucha sin cuartel, los análisis confirmaban mi esclerodermia, enfermedad terminal e inmunodepresiva, que requería y requiere ya que aun sigo luchando gracias a Dios, con ella de muchos medicamentos, como inmunodepresores, corticoides específicos en grandes cantidades con los riesgos que conllevan los mismos, medicamentos de protección gástrica, entre otros, obvio vacunas para la neumonía, gripe, y más, porque cualquier cosita que anda por ahí llega seguro a mi primero, por eso es inmunodepresiva, ya que esta es una enfermedad inmunodepresiva que está en nuestro ADN, a veces se manifiesta a lo largo de la vida y otras no, obvio a mí se me manifestó.               
Gracias Ana mi amiga del corazón que me acompaña dos días a la semana, compartimos mates y grandes charlas.   
A mis hijas les dejo,
Mis ganas de luchar.
Mis miradas dormidas,
Mis besos dulces de miel.
Mis caricias más cálidas
Mis ganas de verlas crecer.

A mis hijas les dejo,
Mis fracasos también
La palabra que no fue a tiempo
Los errores que no borre.
Las caricias que faltaron,
Y el no saber ¿cómo hacer?

A mis hijas queridas
Todo mi amor le entregue
No sé si pudieron sentirlo
Solo sé que lo intente,
Envuelta en mis sufrimientos,
A veces creo que falle
Y al verlas tan dormidas
Sé que ya no podre
Dejarles lo que ha faltado.
No sé si podrán  comprender,
Que el tiempo y la vida misma
Me canso y no pude ver,
Más allá de mis sufrimientos
 y creo que en eso falle.

Tal vez, algún día madres
Ellas podrán comprender
Que no todo es color de rosa
Y cuanto yo las ame,
Y en ese minuto mágico
Podrán amarme otra vez,
Como cuando las acunaba
En mis brazos
Y un canto yo les cante
Para conciliar sus sueños
En mis brazos otra vez.
                                    Escrito año 1995.
CUADRO : EL LIBRO DEL BIEN Y DEL MAL  AUTOR: VIVIANA ELIZABETH MEIERSTEIN
Pintado par mi hija Sandra.

1 comentario:

  1. La lucha siempre fue tu bandera amore mio,desde que te conoci luchaste por la vida y por tus hijas. Dios es testigo de tu accionar


    Podrá nublarse el sol eternamente;
    Podrá secarse en un instante el mar;
    Podrá romperse el eje de la tierra
    Como un débil cristal.
    ¡todo sucederá! Podrá la muerte
    Cubrirme con su fúnebre crespón;
    Pero jamás en mí podrá apagarse
    La llama de tu amor.

    Poemas de Gustavo Adolfo Bécquer

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